Suiza es un acreedor privilegiado. Todas las agencias de calificación crediticia renuevan su calificación «AAA», la mejor.Esta calificación significa que los instrumentos de deuda pública se consideran libres de riesgo. Fuera de Suiza, sólo unos pocos países obtienen esta calificación máxima. Es el caso de Alemania y los Países Bajos, por ejemplo.Las evaluaciones de las agencias son importantes, ya que determinan el costo de los préstamos estatales. Los Estados considerados acreedores privilegiados pueden obtener capital en las mejores condiciones.

La calificación más reciente para Suiza proviene de la agencia Fitch y se publicó a principios de julio. Fitch mantiene su calificación «AAA» para Suiza y considera que esta calificación no está amenazada a medio plazo. Y ello a pesar de un elevado déficit público y un fuerte aumento de la deuda debido a las medidas adoptadas para luchar contra la pandemia de coronavirus. Fitch explica que Suiza dispone de una buena gobernanza, sus instituciones son sólidas, el nivel de vida es elevado, los bancos están bien capitalizados, el franco suizo tiene una buena reputación a escala mundial y, Por último, las políticas económicas y fiscales son sólidas y prudentes.

Según la agencia Fitch, gracias al freno al endeudamiento, Suiza tiene unas finanzas públicas estables y un ratio de deuda bajo; en este ámbito, el Estado suizo es el primero de la clase. Si bien es cierto que la pandemia de Covid-19 ha afectado gravemente nuestra economía y nuestras finanzas públicas, Suiza se encuentra en una posición favorable y puede apoyarse en instituciones sólidas. Por lo tanto, puede sostener la recuperación económica sin poner en peligro sus factores de éxito. Fitch no ve ninguna razón para revisar la calificación de Suiza a la baja a medio plazo.

El veredicto de la agencia es halagador. Confirma, sobre todo, que Suiza ha tomado muchas decisiones acertadas y, en particular, que una gestión financiera sólida es útil, ya que ayuda a superar una crisis. La renovación de la calificación «AAA» expresa también una expectativa, la de que Suiza ponga fin al aumento del endeudamiento después de la crisis. En apoyo de su hipótesis, la Agencia menciona el fuerte y amplio apoyo político a un ratio de deuda sostenible y el freno a la deuda que ha contribuido a la reducción de la deuda en el pasado.

No hay mucho que añadir al veredicto de Fitch. Una política financiera sólida y un bajo nivel de endeudamiento han sido decisivos para superar la crisis actual. En cuanto a la cuestión de cómo deben gestionarse las deudas contraídas en relación con la crisis del coronavirus – una perspectiva exterior, en este caso la de una agencia de calificación de envergadura mundial, puede ser útil. Por lo demás, lo que cuenta no es tanto el prestigio de la nota, sino la prosperidad del país. Todas las puertas están abiertas para aquellos que se benefician de las mejores condiciones de préstamo. Es en interés de Suiza que esto siga siendo así.

fuente: economyuisse

Esto no es en ningún caso un llamado a la inversión.